Salvador
Aragón Alvarez Salvador.aragon@ie.edu
El vertiginoso desarrollo de la sociedad de la información y su reflejo en la
nueva economía ha hecho plantearse de forma acuciante una serie de cuestiones ¿
la sociedad de la información va a unir o separar a los individuos? ¿Va a
ampliar o reducir las diferencias entre países o regiones? ¿ Va a mejorar las
perspectivas profesionales de los individuos?.
Estas cuestiones se plantearon inicialmente en los EE.UU., donde se acuñó el
término brecha digital (digital divide) muy asociado a las posibilidades de
cohesión social que posibilita la interconectividad generada por Internet.
Para contestar a estas cuestiones vamos a utilizar un microscopio virtual,
ganando cada vez más detalle. Comencemos por el impacto sobre las sociedades,
continuemos por las empresas y terminemos en el impacto individual.
Una simple ojeada al mapa de penetración de Internet en el mundo muestra
claramente la existencia de dos grandes mundos: el conectado y el no conectado.
El primero coincide con América del Norte, Europa Occidental, Japón y
Sudáfrica. El segundo abarca el resto del planeta.
Cómo vemos el papa geográfico de la conectividad coincide de manera clara con
los países de rentas más altas. Si la capacidad de intercambio de información
se relaciona directamente con el desarrollo económico parece claro que la nueva
economía va a incrementar la brecha entre países. Sin embargo la realidad es
más compleja. El desarrollo de las infraestructuras digitales es menos oneroso
que el de las infraestructuras físicas, lo que permite que ciertos países estén
incrementando su presencia en el mundo digital. Los casos más claros son la
India y en menor escala Filipinas.
La Indía se ha convertido en un importante proveedor de servicios de software y
de gestión de contenidos gracias a su disponibilidad de técnicos cualificados
con costes salariales reducidos. Gracias a las redes digitales su trabajo
desarrollado localmente puede ser aplicado en mercados globales. Filipinas, de
manera algo más oscura está siguiendo este camino. No es casualidad que el
virus “I love you” fuese creado en Manila.
En México, sólo 25% usa la nube El alto costo de la conectividad es el principal enemigo para que el uso de esta tecnología explote en el país.
Pese a que el uso del cómputo en la nube (cloud computing) es una alternativa de futuro, en México, sólo 25 por ciento del mercado potencial emplea la herramienta, cifra menor a lo esperado en una economía situada entre las primeras 20 del planeta.
El director de Sistemas y Servicios Institucionales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) , Fabián Romo Zamudio, comentó que lo anterior se debe principalmente por el costo de la conectividad a la red que limita el acceso a los beneficios de esta tecnología.
Destacó que entre más se emplean las aplicaciones virtuales el consumo de datos y ancho de banda se incrementa y el gasto se eleva, por lo que de mantenerse los precios altos, el acceso a los beneficios de esta tecnología será limitado.
Indicó que de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el uso del cómputo en la nube requiere una conectividad con buen ancho de banda y México ocupa uno de los últimos lugares en velocidad de Internet, con un promedio de cinco mbps (millones de bits por segundo).
De acuerdo a un estudio que hizo Microsoft sobre los beneficios que conlleva el uso de la nube, se estima que en Estados Unidos dicha tecnología aumentaría el aprovechamiento de los servidores de un 12 a un 60 por ciento, lo que generaría economías de escala que producen importantes beneficios económicos, sociales y medio ambientales.
Para el caso de México, se espera que dichos ahorros económicos (de adoptar la nube) equivalen a 0.31 por ciento del PIB nacional, de los cuales 0.23 por ciento corresponde al ahorro en el sector privado y 0.08 por ciento al ahorro en el sector público. Contrario a lo que la mayoría cree, adoptar la nube podría generar cerca de 63 mil nuevos empleos en el país.
Las acciones de Facebook se dispararon este jueves después de que los resultados del último trimestre parecen mostrar que la empresa gana terreno en el mercado de plataformas móviles, lo que aproxima el valor de sus acciones a sus niveles originales de entrada en la bolsa, al registrar un alta de cerca de un 25%. Durante el día, las acciones de la red social llegaron a 34 dólares, alta del 28%.
Si este ritmo se mantuviera, sería la mayor alta diaria desde que Facebook entró en la bolsa de valores el 18 de mayo de 2012, además de superar el valor de sus acciones durante junio del año pasado.
Brecha digital no hace referencia a lo que viene siendo en su totalidad socio económica entre aquellas comunidades que tienen accesibilidad a Internet y aquellas que no, aunque tales desigualdades también se pueden referir a todas las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC), como el computador personal, la telefonía móvil, la banda ancha y otros dispositivos. Como tal, la brecha digital se basa en diferencias previas al acceso a las tecnologías. LA BRECHA DIGITAL
La brecha digital no es otra cosa que el reflejo de la brecha social en el mundo digital.
Si bien se debe considerar que el uso de las TIC para el desarrollo humano porta oportunidades para reducir la brecha social para individuos o comunidades, existen una serie de obstáculos a superar para que el uso de las TIC permita acercar esas oportunidades a las personas y a los grupos. La existencia de una infraestructura de conectividad es sólo el primero, aunque una falta de enfoque holístico lo lleva a menudo a recibir una atención exclusiva. No es suficiente ofrecer un acceso a las tecnologías para que las personas que benefician del uso puedan aprovechar de oportunidades de desarrollo humano; la educación, y más específicamente una alfabetización digital e informacional, tienen un papel esencial en el proceso. Los componentes de las telecomunicaciones, de los equipos de computación y de los programas son requisitos previos y previsibles; sin embargo, los pilares verdaderos de las sociedades de la información centradas en el desarrollo humano (sociedades de los saberes compartidos) son la educación, la ética y la participación, articuladas como un proceso sistémico. Mientras las personas que toman decisiones sobre políticas públicas o proyectos de TIC para el desarrollo no estén preparadas para entender esas evidencias y privilegian una visión meramente tecnológica sufriremos de la brecha la más peligrosa en términos de efectos: la brecha paradigmática.
El concepto de brecha digital encuentra su antecesor en el llamado informe “El eslabón perdido”, que se publicó en 1982 por la comisión Maitland. Este puso de manifiesto las conclusiones sobre la carencia de infraestructuras de telecomunicaciones en los países en vías de desarrollo, poniendo como ejemplo el teléfono. El término procede del inglésdigital divide, utilizado durante laAdministración Clinton, aunque su autoría no puede ubicarse con toda precisión. Mientras que en algunas referencias, se cita aSimon Moorescomo acuñador del término, Hoffman, Novak y Schlosser3se refieren aLloyd Morrisettcomo el primerholao que lo empleó para hacer referencia a la fractura que podía producirse en losEstados Unidosentre "conectados" y "no conectados", si no se superaban las serias diferencias entre territorios, razas y etnias, clases y géneros, mediante inversiones públicas en infraestructuras y ayudas a la educación. En todo caso, durante esta administración se dio lugar a una serie de reportes publicados bajo el títuloFalling through the Net, en el que se dejaba evidencia del estado que este fenómeno guardaba en la sociedad estadounidense a finales de la década de 1990. A partir de este origen, algunos autores prefieren en español, el términofractura digital4oestratificación digital,5por ser mucho más expresivos sobre lo que realmente significa. La traducción a otras lenguas latinas, como el francés, también ha optado por el término defractura. No obstante, la mayoría de los autores hispanos se decanta por el debrecha, más suave y políticamente correcto. Algunas otras expresiones que han sido usadas para referirse a la Brecha Digital sondivisoria digital,6brecha inforcomunicacional7yabismo digital.8
Otros autores extienden el alcance de la Brecha Digital para explicarla también en función de lo que se ha denominado analfabetismo digital, que consistente en la escasa habilidad o competencia de un gran sector de la población, especialmente entre aquellos nacidos antes de la década de 1960, para manejar las herramientas tecnológicas de computación y cuyo acceso a los servicios de Internet es por ende muy escaso.
Algunos de los primeros autores que abordaron el problema de la Brecha Digital desde una aproximación sistemática y socialmente profunda fueron Herbert Schiller9 y William Wresch.10 De manera general, estos autores planteaban la necesidad de incluir a todos los sectores de la población en el acceso a la información disponible a través de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, así como de las posibles ventajas derivadas de tal acceso.
Para Pippa Norris,11 se trata de un fenómeno que implica tres aspectos principales: la brecha global (que se presenta entre distintos países), la brecha social (que ocurre al interior de una nación) y la brecha democrática (que se refiere a la que existe entre quienes participan y quienes no participan de los asuntos públicos en línea).
Otra corriente de investigadores12 se han centrado en aspectos cuantitativos de la brecha digital, destacando las diferencias estadísticas en el acceso a las tecnologías de la información y la comunicación, según un extenso abanico de variables socio-demográficas entre las que destacan el sexo, edad, nivel de ingresos, escolaridad, raza, etnia y lugar de residencia.
Uno de los aspectos más recientes que han sido analizados13 sobre la brecha digital, tiene que ver no solamente con el acceso a Internet, sino con la calidad de dicho acceso y la disponibilidad de conexiones de banda ancha que permitan acceder a contenidos multimedia en tiempos y costos adecuados al contexto de los usuarios.
De forma específica, el investigador holandés Jan van Dijk identifica cuatro dimensiones en el acceso: la motivación para acceder; el acceso material; las competencias para el acceso; y el acceso para usos avanzados (o más sofisticados). Plantea que la brecha digital está en constante evolución, dado el surgimiento de nuevos usos tecnológicos, que son apropiados más rápidamente por aquellos que tienen el acceso en forma más permanente y de mejor calidad, determinado por dicho ancho de banda.
El propósito de la brecha digital es enfocarse a la revisión de la información y comuncación para el extenso desarrollo de las TICs.
La brecha digital en el contexto de la sociedad de la información[editar · editar código]
En ocasión de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información (CMSI) los principales grupos de la sociedad civil dieron vida a la campaña CRIS (Communication Rights in the Information Society –Derechos de Comunicación en la Sociedad de la Información), con el objetivo de infundir la agenda de la Cumbre con cuestiones relacionadas con los medios de gobierno y derechos a la comunicación.
En la CRIS se ha enfatizado la función de las nuevas tecnologías como herramientas de comunicación de valores comunes entre grupos, individuos y organizaciones sociales, criticando una justificación instrumental de las tecnologías vistas principalmente como un fin más que como un medio para impulsar un cambio social, una visión instrumental que no considera ni las barreras culturales y lingüísticas, ni las relaciones de dependencia y subordinación técnica, económica y política entre y dentro del Norte y el Sur del Mundo.
La inclusión digital, sostiene este sector de la sociedad civil, hay que pensarla como un asunto colectivo, no individual, donde los beneficios sociales hay que verlos en relación a los que se generan para las comunidades, organizaciones, familias y grupos que sacan provecho de las tecnologías, aunque no tengan acceso a éstas. La eficacia de las políticas de inclusión digital dependerán de las posibilidades de integración del conocimiento en los propios objetivos de sus beneficiarios, considerando que no existe un solo modelo, sino muchas posibles sociedades de la información y de la comunicación adaptadas según las diferentes necesidades y objetivos individuales y comunes de un planeta para nada homogéneo.
Según la Organización Mundial del Comercio, las nuevas oportunidades tecnológicas (y del libre comercio a escala global) serán el motor de una "tercera revolución industrial". Gracias a las TICs, se sostiene, se podrán anular las brechas de pobreza y de falta de recursos existentes, confrontándose en el campo de la economía, de las transformaciones políticas y sociales, de la identidad, en la cultura y en el poder, modelando nuevas relaciones a escala global.
A través del comercio electrónico y de los e-servicios, de la reducción de los costos de conexión, mejorando la eficiencia de los gobiernos y servicios públicos y favoreciendo el rol del sector privado, se creará un "entorno favorable" para lograr la reducción de las desigualdades entre y dentro de los Estados, siempre según la OMC.
Algunos autores críticos1415 han señalado que si bien en las grandes agendas internacionales se enfatizan los grandes beneficios que las Nuevas Tecnologías pueden tener para los países del Sur, lo que hasta ahora se identifica con la Sociedad de la Información se muestra como una invención de las necesidades de la globalización, vista como un fenómeno neoliberal; un desarrollo que no tiene en cuenta las necesidades de un Sur, que se encuentra en la parte equivocada de la brecha digital.
Según esta visión, son los países del Norte los principales propietarios y beneficiarios de la World Wide Web, así como de la industria del hardware, del software y de la producción de los contenidos, el 70% en inglés. El Sur permanece excluido, y con ello aumentan las diferencias sociales regionales, y se impone un modelo de desarrollo "desde el Norte", a su imagen y semejanza.
Tales voces críticas sostienen que de nuevo se proponen viejas lógicas que nunca han promovido cambios significativos y que, al contrario, han dado lugar a nuevas relaciones de dependencia y han acentuado las desigualdades existentes: el hardware, por ejemplo, está pensado en Occidente, lo que supone para el Sur nuevas formas de trabajo, muchas veces femenino e infantil, en las industrias de ensamblaje, reforzando la destrucción de los lazos sociales y de economía de explotación y aumentando exponencialmente la polución tecnológica.
Según Internet World Stats,16 en el 2010, de los 1966 millones de internautas conectados, casi el 63% vive en los países industrializados, donde reside el 15% de la población mundial. Mientras que Europa y Estados Unidos suman 501 millones de usuarios, en todo el continente africano la cifra desciende a 110 millones, y estas diferencias se manifiestan asimismo entre hombres y mujeres, ciudad o campo, edades, estatus sociales, paralelamente a las "brechas" de siempre: el acceso a la sanidad, a la educación, la mortalidad infantil, el hambre, la pobreza.
Una manera de disminuir la brecha digital es implantar políticas de accesibilidad web, para que todas las personas, independientemente de sus limitaciones físicas o de las derivadas de su entorno puedan usar de forma satisfactoria Internet y la World Wide Web.
Una gran cantidad de gobiernos de todo el mundo, han desarrollado planes encaminados a la disminución de la Brecha Digital, en estrecha colaboración con el sector privado, de manera que se ha planteado la necesidad de estimular no sólo el acceso, sino también el uso y la apropiación de las nuevas tecnologías, porque sostienen que éstas efectivamente puedan incidir en los propios procesos de desarrollo, combatiendo las demás brechas que subyacen a la digital.
En todo esto, el apoyo en el desarrollo y uso de Software Libre es fundamental para ayudar a disminuir la Brecha Digital.
Sin embargo, algunos trabajos18 han concluido que muchas de estas iniciativas responden a visiones optimistas sobre el impacto de las tecnologías de la información y la comunicación en el desarrollo, y conciben que el problema de la Brecha Digital se resolverá mediante la introducción de computadores personales con acceso a Internet. Aspectos como la capacitación de los usuarios y la creación de contenidos culturalmente adecuados a cada contexto, son frecuentemente dejados de lado. De forma similar, las comunidades receptoras en estos procesos de equipamiento tecnológico pocas veces son tomadas en cuenta, lo que afecta la sustentabilidad a largo plazo de proyectos de esta naturaleza.
En este sentido, algunos autores19 plantean que las TICs deberían proporcionar un espacio de encuentro de una nueva esfera pública, donde la sociedad civil pueda definirse y comprenderse en su diversidad y donde las estructuras políticas estén sujetas al debate público y sean evaluadas por sus acciones, garantizando la participación de las categorías más excluidas a través de perspectivas de género, regionales y sociales.
Aun cuando México va progresando en ese aspecto, todavía nos encontramos con una gran confusión, en la que el papel de lo producido es mayor que el papel de las bases conceptuales que lo constituyen. Así, encontramos que muchas veces el diseño gráfico se confunde con los soportes materiales que usa, dándole mayor importancia a los últimos. Esto lo podemos ver claramente en las imprentas, donde muchas veces se ofrece que con la impresión de los soportes materiales se regala la labor de “diseño”. El problema de estos “diseños” es que al no contar con bases conceptuales, falla en su labor de persuasión. Esto ocasionará problemas a largo plazo, que a su vez servirán para reconsiderar donde se ubica la raíz del problema y servirá para revalidar la labro conceptual del diseño, ayudando a crear una cultura en donde se valore la labor conceptual y de persuasión como un bien inherente del diseño.
Salvador Aragón Alvarez
Salvador.aragon@ie.edu
El vertiginoso desarrollo de la sociedad de la información y su reflejo en la nueva economía ha hecho
plantearse de forma acuciante una serie de cuestiones ¿ la sociedad de la información va a unir o separar a
los individuos? ¿Va a ampliar o reducir las diferencias entre países o regiones? ¿ Va a mejorar las
perspectivas profesionales de los individuos?.
Estas cuestiones se plantearon inicialmente en los EE.UU., donde se acuñó el término brecha digital
(digital divide) muy asociado a las posibilidades de cohesión social que posibilita la interconectividad
generada por Internet.
Para contestar a estas cuestiones vamos a utilizar un microscopio virtual, ganando cada vez más detalle.
Comencemos por el impacto sobre las sociedades, continuemos por las empresas y terminemos en el
impacto individual.
Una simple ojeada al mapa de penetración de Internet en el mundo muestra claramente la existencia de
dos grandes mundos: el conectado y el no conectado. El primero coincide con América del Norte, Europa
Occidental, Japón y Sudáfrica. El segundo abarca el resto del planeta.
Cómo vemos el papa geográfico de la conectividad coincide de manera clara con los países de rentas más
altas. Si la capacidad de intercambio de información se relaciona directamente con el desarrollo
económico parece claro que la nueva economía va a incrementar la brecha entre países. Sin embargo la
realidad es más compleja. El desarrollo de las infraestructuras digitales es menos oneroso que el de las
infraestructuras físicas, lo que permite que ciertos países estén incrementando su presencia en el mundo
digital. Los casos más claros son la India y en menor escala Filipinas.
La Indía se ha convertido en un importante proveedor de servicios de software y de gestión de contenidos
gracias a su disponibilidad de técnicos cualificados con costes salariales reducidos. Gracias a las redes
digitales su trabajo desarrollado localmente puede ser aplicado en mercados globales. Filipinas, de
manera algo más oscura esta siguiendo este camino. No es casualidad que el virus “I love you” fuese
creado en Manila.
El presidente estadounidense, Barack Obama, ha reconocido que él mismo veía con escepticismo los programas de vigilancia de redes telefónicas e internet que mantiene el Gobierno norteamericano pero ha comprobado que son eficaces en la lucha contra el terrorismo, por lo que ha defendido su legalidad y ha asegurado que el seguimiento de correos electrónicos y navegación en Internet no se está aplicando a ciudadanos estadounidenses ni a residentes en el país norteamericano.
Obama ha afirmado que los parlamentarios estadounidenses han sido debidamente informados sobre el programa de almacenamiento de datos de llamadas telefónicas y ha aclarado que no le gustan las "filtraciones" sobre estos programas de seguridad, que son clasificados. Asimismo, ha subrayado que nadie ha escuchado el contenido de las conversaciones telefónicas que han sido investigadas por la Administración.
Obama ha realizado estas declaraciones después de que saltara a la luz que la NSA y el FBI han accedido a los servidores de nueve empresas de Internet para extraer información útil para Inteligencia, según reveló ayer el diario estadounidense 'The Washington Post'. El diario, basándose en un documento secreto, señala que la NSA y el FBI se han servido para ello del programa PRISM, que se puso en marcha en los últimos años de la administración de George W.Bush y que ha seguido con la de Barack Obama. El PRISM surgió de las cenizas del programa secreto del Gobierno de Bush de órdenes de vigilancia nacional, que concluyó en 2007, después de que los medios de comunicación y de que la Corte de Inteligencia Extranjera obligaran a la Casa Blanca a cancelarlo.
El Congreso aprobó entonces dos leyes para garantizar la inmunidad a las empresas privadas que cooperaran voluntariamente con la Inteligencia, lo que permitió la creación del PRISM. Solo dos legisladores conocían su existencia, pero estaban obligados a guardar secreto. En el PRISM participarían voluntariamente Microsoft, Facebook, Google, Apple, Yahoo, Skype, YouTube, AOL y PalTalk, que ha sido muy útil para el seguimiento de la Primavera Arabe y de la guerra civil siria. Además, el documento secreto apunta a que Dropbox podría sumarse "pronto".
El objetivo del PRISM es recabar información a través del tráfico internacional -aunque también estadounidense- que pasa por los servidores de estas compañías en correos electrónicos, fotografías, audios y vídeos para seguir la pista a un objetivo extranjero o nacional de interés para la Inteligencia. Hasta la aprobación del PRISM, el Gobierno tenía que demostrar la conexión entre un "objetivo" y una "instalación" a las redes terroristas o de espionaje para acceder a la información contenida en esta "instalación". Los responsables del PRISM han tratado de proteger al máximo a los participantes. "El 98 por ciento de la producción del PRISM se basa en Microsoft, Google y Yahoo. Necesitamos asegurarnos de que estas fuentes no sufran daños", reza el documento secreto.
Funcionarios de Inteligencia han descrito al PRISM como la herramienta más prolífica para los informes presidenciales, ya que fue mencionada hasta en 1.477 el año pasado. De hecho, "se está convirtiendo en la mayor soporte de la NSA". El PRISM es heredero de una larga historia de cooperación entre la Inteligencia estadounidense y alrededor de un centenar de empresas privadas asentadas en el país norteamericano que comenzó en la década de 1970.
Las empresas niegan barra libre
La mayoría de las nueve empresas citadas por 'The Washington Post' han desmentido ya que hayan permitido a la inteligencia estadounidenses acceder a sus servidores centrales. Microsoft, que según el diario estadounidense fue el primero en sumarse al PRISM, ha asegurado que no participa voluntariamente en ninguna campaña de recolección de datos del Gobierno y que solo cumple "con solicitudes sobre cuentas o identidades específicas". "No hemos proporcionado a ninguna organización gubernamental acceso directo a nuestros servidores", ha dicho el jefe de Seguridad de Facebook. "Cuando recibimos una solicitud de ese tipo, la escrutamos cuidadosamente con la legislación vigente", ha aseverado.
Google, en la misma línea, ha negado tajantemente que haya creado una "entrada secreta" para la Inteligencia estadounidense, subrayando que nunca ha dado semejante acceso a los datos de sus usuarios. "Nunca hemos oído hablar del PRISM", ha sostenido, por su parte, un portavoz de Apple. "No damos acceso a nuestros servidores a ninguna agencia gubernamental y cualquiera que quiera hacerlo debe traer una orden judicial", ha subrayado. Yahoo, a través de un comunicado, ha dicho que se toma "muy en serio la privacidad de los usuarios". "No damos al Gobierno acceso directo a nuestros servidores, sistemas o redes", ha aclarado.
Las acciones de Facebook se dispararon este jueves después de que los resultados del último trimestre parecen mostrar que la empresa gana terreno en el mercado de plataformas móviles, lo que aproxima el valor de sus acciones a sus niveles originales de entrada en la bolsa, al registrar un alta de cerca de un 25%. Durante el día, las acciones de la red social llegaron a 34 dólares, alta del 28%.
Si este ritmo se mantuviera, sería la mayor alta diaria desde que Facebook entró en la bolsa de valores el 18 de mayo de 2012, además de superar el valor de sus acciones durante junio del año pasado.
Durante sus primeros días en la bolsa, el valor de las acciones de la red social cayó muy por debajo de los 38 dólares que valía cada acción en su estreno en Wall Street, para, a partir del 21 de mayo de 2012, nunca conseguir cerrar por encima de los 34 dólares por acción. No obstante la imparable caída, en septiembre del año pasado, la compañía alcanzó un un nuevo mínimo histórico de 17,73 dólares debido a la desconfianza del mercado sobre la capacidad de la empresa de lucrar con su gigantesca red de usuarios y, en particular, ganar dinero con base en dispositivos móviles.
Posteriormente, con los resultados del segundo trimestre de 2013, Facebook tranquilizó el mercado al anunciar el miércoles a la tarde un crecimiento del 53% de su facturación trimestral, a 1,8 mil millones de dólares, por lo que el valor de sus espacios publicitarios subieron un 61%, estabilizando la situación bursátil de la compañía.
Facebook pierde el 30 % de su valor incial al año de estar en la bolsa de valores.
Las acciones de la OPI tuvieron un valor de US$ 38 por unidad el 17 de mayo del 2012. Si bien se han recuperado en los últimos seis meses, la red social aún no inspira confianza sobre el futuro de sus ingresos por publicidad.Elesperado debut de Facebooken la bolsa de Estados Unidos se dio un 17 de mayo del 2012. Debió convertirse -o al menos eso se proyectó- en un hito que marcaría la era de una nueva generación de compañías de tecnología y un éxito seguro para el pequeño inversionista.
Pero luego de un año, sus resultados parecen ser un recuerdo de los riesgos que conlleva una Oferta Pública Inicial. Segúnun análisis de The Washington Post, la compañía deMark Zuckerberg no ha logrado insipirar la suficiente confianza sobre el futuro de sus ingresos por publicidad y sus acciones han terminado con un valor 30% menor al inicial.
Hace un año, las acciones de Facebook se cotizaron en US$ 38 por unidad. Bajaron a US$ 17.55 en agosto y aunque han logrado recuperarse en los últimos seis meses, este mayo se situaron en US$ 26.25. Incluso anunciaron un plan de compensación por US$ 62 millones.
¿Qué pasó? Uno de los problemas fueron las fallas de alto perfil. La OPIdel 17 de mayo del 2012, que reunió US$ 16,000 millones, fue inicialmente postergada por 30 minutos debido a un problema técnico en Nasdaq.
Otra explicación, dada por analistas de MarketWatch el año pasado, fue la “sobrevaloración” de las acciones, alimentada por los ‘insiders’ de Wall Street (quienes manejan información privilegiada), aprovechando que se vendieron en un 25% más de lo previsto.
La confianza de los pequeños inversionistas en el mercado tampoco parece ayudar mucho. Según un reciente reporte de MarketWatch, este sector aún rechaza la idea de que hay un rally en la Bolsa de EE.UU. y todavía muestran un actitud similar a la de un contexto de volatilidad, como se dio entre el 2007 y 2008.
Y esto sucede a pesar de datos positivos bursátiles. “El índice Standard & Poor’s 500 ha subido casi un 25% en los últimos doce meses, mientras que el Dow Jones (DJIA) ha crecido un 21% en ese mismo periodo”, se lee en el artículo.
Por lo pronto, Facebook parece estar respondiendo a estas dudas del mercado con un enfoque en desarrollar productos para plataformas móviles, indica The Washington Post.
El nuevoFacebook Home es un ejemplo. ¿Resultados? La compañía hizo un 30% de sus más de mil millones de dólares en ingresos publicitarios gracias a anuncios en móviles. Hace nueve meses, esos productos móviles no existían.
Como la brecha digital es la nueva desigualdad social del siglo XXI, según, Alma Rosa Alva de la Selva, doctora en Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México –quien aborda el tema en una nueva publicación–, “es un equívoco medir el acceso a internet como si fuera un todo en la agenda digital”.
(...)
El marco teórico que empleamos es el de la desigualdad social, México es campeón de desigualdades sociales, incluso a nivel de América Latina, y la brecha digital es la nueva desigualdad social que se suma en el siglo XXI, y lo sostengo porque la manera en que se maneja actualmente no es la adecuada, es un error de perspectiva medir por el acceso a internet, y las políticas correspondientes han sido ineficientes y erróneas”, dice a Proceso, donde ha colaborado.
Las acciones de Facebook abrieron con una subida cercana al 1,5 % en el mercado Nasdaq, con la que lograban superar los 38 dólares por primera vez desde la atropellada salida a bolsa de la red social hace más de un año.Los títulos de la firma que dirige Mark Zuckerberg avanzaban el 1,47 % ó 55 centavos paracambiarse por 38,18 dólares cada una minutos después del inicio de la sesión en Wall Street, con lo que sobrepasaban el precio al que debutó en bolsa el 18 de mayo de 2012.
La red social se seguía beneficiando de la publicación de sus resultados la semana pasada, cuando superó todas las expectativas al anunciar que se anotó un beneficio neto por acción de 19 centavos en el segundo trimestre y unos ingresos de 1.813 millones de dólares.
Además, la firma que conecta a 1.150 millones de personas en todo el mundo arrojó unos alentadores datos en su división de dispositivos móviles, la que más había preocupado a los inversores, puesto que elevó sus usuarios en un 51 % y sus ingresos en ese área representan ya el 41 % del total.
La brecha digital no es otra cosa que el reflejo de la brecha social en el mundo digital. Si bien se debe considerar que el uso de las TIC (Tecnologías de la información y la comunicación) para el desarrollo humano porta oportunidades para reducir la brecha social para individuos o comunidades, existen una serie de obstáculos a superar para que el uso de las TIC permita acercar esas oportunidades a las personas y a los grupos. La existencia de una infraestructura de conectividad es sólo el primero, aunque una falta de enfoque holístico lo lleva a menudo a recibir una atención exclusiva. No es suficiente ofrecer un acceso a las tecnologías para que las personas que benefician del uso puedan aprovechar de oportunidades de desarrollo humano; la educación, y más específicamente una alfabetización digital e informacional, tienen un papel esencial en el proceso. Los componentes de las telecomunicaciones, de los equipos de computación y de los programas son requisitos previos y previsibles; sin embargo, los pilares verdaderos de las sociedades de la información centradas en el desarrollo humano (sociedades de los saberes compartidos) son la educación, la ética y la participación, articuladas como un proceso sistémico.
Mientras las personas que toman decisiones sobre políticas públicas o proyectos de TIC para el desarrollo no estén preparadas para entender esas evidencias y privilegian una visión meramente tecnológica sufriremos de la brecha la más peligrosa en términos de efectos: la brecha paradigmática.
El vertiginoso desarrollo de la sociedad de la información y su reflejo en la nueva economía ha hecho
plantearse de forma acuciante una serie de cuestiones ¿ la sociedad de la información va a unir o separar a
los individuos? ¿Va a ampliar o reducir las diferencias entre países o regiones? ¿ Va a mejorar las
perspectivas profesionales de los individuos?.
Estas cuestiones se plantearon inicialmente en los EE.UU., donde se acuñó el término brecha digital
(digital divide) muy asociado a las posibilidades de cohesión social que posibilita la interconectividad
generada por Internet.
Para contestar a estas cuestiones vamos a utilizar un microscopio virtual, ganando cada vez más detalle.
Comencemos por el impacto sobre las sociedades, continuemos por las empresas y terminemos en el
impacto individual.
Una simple ojeada al mapa de penetración de Internet en el mundo muestra claramente la existencia de
dos grandes mundos: el conectado y el no conectado. El primero coincide con América del Norte, Europa
Occidental, Japón y Sudáfrica. El segundo abarca el resto del planeta.
Cómo vemos el papa geográfico de la conectividad coincide de manera clara con los países de rentas más
altas. Si la capacidad de intercambio de información se relaciona directamente con el desarrollo
económico parece claro que la nueva economía va a incrementar la brecha entre países. Sin embargo la
realidad es más compleja. El desarrollo de las infraestructuras digitales es menos oneroso que el de las
infraestructuras físicas, lo que permite que ciertos países estén incrementando su presencia en el mundo
digital. Los casos más claros son la India y en menor escala Filipinas.
La Indía se ha convertido en un importante proveedor de servicios de software y de gestión de contenidos
gracias a su disponibilidad de técnicos cualificados con costes salariales reducidos. Gracias a las redes
digitales su trabajo desarrollado localmente puede ser aplicado en mercados globales. Filipinas, de
manera algo más oscura esta siguiendo este camino. No es casualidad que el virus “I love you” fuese
creado en Manila.
La consecuencia es clara, si se dispone de la capacidad de conexión mínima y un recurso clave, el talento
de las personas, la nueva economía va a suponer para muchos países un importante motor de desarrollo
económico. La brecha digital puede cerrarse.
Aumentemos el grado de aproximación y consideremos nuestro papel como individuos en la nueva
economía. ¿ De que va a depender nuestra inserción en la sociedad digital ?. La respuesta parece ser clara
de nuestra propia capacidad de interconexión. Tomemos como ejemplo la inserción profesional.
La evolución de las organizaciones se orienta claramente hacia estructuras en red que permitan la
suficiente flexibilidad en un entorno de rápido cambio. Dentro de estas estructuras el papel de los
profesionales va a cambiar de manera continua, adoptando el papel de nodos en una red orientada a un
objetivo de negocio muy concreto.
Ello va implicar por un lado el desarrollo de un número de capacidades mayor que el actual que permitan
actuar en un medio más cambiante. Por otro lado va a ser más crítico que ahora la capacidad de
desarrollar una red profesional propia con un papel muy claro, el de red de seguridad ante un entorno más
incierto. Para todo ello el acceso a los contenidos y la posibilidades de comunicación que abre la red está
ya siendo crítico. Sin acceso no hay conexión.
Internacional.- Las cotizaciones de Facebook en la Bolsa de acciones siguen a la alza. En estos momentos, cada acción de Facebook cotiza en 40.55 dólares. Hace poco más de un año, la red social de Mark Zuckerberg debutó como compañía en la Bolsa de Valores y arrancó con una cotización de 38 dólares por acción, un inicio histórico según los analistas. Después del debut, las inversiones comenzaron a perder valor y llegaron incluso a los 17 dólares. Sin embargo, parece que Facebook se consolida como una empresa atractiva y ha iniciado su recuperación en Bolsa.
Cuando los más escépticos comenzaron a creer que la compañía Facebook no era más que un espejismo, los resultados fiscales de la red social sorprendieron a todos con ingresos de 1.823 millones de dólares y 33 millones de dólares en beneficios netos, (el doble que en 2012).
Facebook ha mostrado un crecimiento del 51% en la cifra de usuarios activos mensuales y una escalada de 41% en los ingresos de publicidad movil. Desde inicios de 2013, la aventura bursátil de Zuckerberg ha ido in crescendo.
Actualmente las acciones cotizan en poco más de 40 dólares y la confianza de los inversores se ve reforzada al tratarse de un crecimiento pausado y sólido. La red social ha demostrado que supo llegar a tiempo a la era de la cultura móvil y ha logrado consolidar su método de ingresos por publicidad en pequeñas pantallas. Además, el mejoramiento del Timeline y su diseño, permiten que la publicidad tenga un mejor impacto.
Facebook toma la delantera en un segmento en el que otros (incluso el invencible Google, como mostraron los últimos resultados) no han podido vencer.